Teníamos que decirle adiós a Yoli antes de marcharse a Londres. No podía irse sin que sus amigos le demostraran cuánto iban a echarle de menos. Pensaron que les gustaría que cada día, antes de ponerse en marcha tenían que darle los buenos días, por eso encargaron esta taza, en la que se la ve desarrollando su profesión, ella es química, y viajando hacia un nuevo destino para poder ejercerla. Sabemos que le hizo ilusión llevarse un pedacito de España.

No hay comentarios:
Publicar un comentario